Pedro Espinosa Lorenzo fue un pianista y pedagogo del piano. Recibió sus primeras lecciones de piano tutelado por su madre, la maestra Juana Lorenzo, que pronto lo entregaría a su segunda profesora y amiga, Amor Molina. En la ciudad de Las Palmas consolidó su formación pianística con el maestro Luis Prieto García, cuya memoria siempre veneró. El 16 de noviembre de 1949, cuando contaba sólo con 15 años, la Sociedad Filarmónica de Las Palmas organizó un concierto en el Teatro Pérez Galdós que le sirvió de presentación ante el público canario. Con una ayuda del Conde de la Vega Grande, gran mecenas de la música y de los jóvenes valores artísticos, en 1950 ingresó en el Real Conservatorio de Madrid, donde recibió sólidas enseñanzas del pianista y compositor Javier Alfonso, concluyendo su carrera al año siguiente con Premio Extraordinario. Completaría su formación en el extranjero de la mano de grandes maestros del piano, llegando a ganar el Premio Kranichstein en Alemania. Su capacidad para interpretar obras del siglo 20 y su variado reperetorio lo convierten en uno de los grandes pianistas de la historia de España.